La liebre.
LA GESTACION
El periodo de gestación dura unos 43 días. La liebre presenta tres características peculiares o exclusivas que no tienen lugar en otros mamíferos. Una de ellas es la reabsorción o desaparición física de los embriones que hayan muerto, que nunca se expulsan sino que se reabsorben. La madre actúa como si nada hubiese ocurrido. E incluso producirá leche en su momento.
El segundo fenómeno, más curioso y sorprendente aun, es la superfetación. Esta consiste en la posibilidad de que una hembra de liebre ya fecundada y gestando puede ser de nuevo fecundada desarrollando entonces dos embarazos diferentes y superpuestos, que conducirán a dos partos también distintos. Esto no se da normalmente, pues si cuando ocurre la segunda fecundación queda poco tiempo para el parto de la primera, los embriones de la segunda inician su crecimiento una vez nacidos los lebratos. La tercera característica es la denominada partenogénesis aparente, que consiste que la hembra pueda acumular los espermatozoides de un macho hasta la siguiente ovulación, pudiendo dar la falsa impresión, por lo tanto, de que la gestación se produce de manera automática y sin la actuación de macho alguno.
El numero de gestaciones por hembra y año va desde las dos de las mas jóvenes hasta las cinco de las adultas, en años de bonanza climatologica. Los meses más propicios para las gestaciones son, febrero, marzo abril, junio y julio.
EL PARTO
La hembra alumbra a sus pequeños en una cama preparada para la ocasión, tapizada con frecuencia de pelo por la propia madre, que suelen excavar en un lugar tranquilo. Normalmente de dos a cuatro crías, excepcionalmente hasta siete, aunque se han llegado ha encontrar mas fetos (hasta 10) al examinar algunas hembras muertas. Lo mas habitual es que, con independencia de la edad de la madre, el primer parto anual sea el menos numeroso. El segundo suele ser el mejor y esta tasa se mantiene hasta el ultimo.
Los lebratos, a diferencia de los conejos, nacen cubiertos de pelo y con los ojos abiertos ya que esto es imprescindible para valerse por si mismos lo antes posible. La madre no se separa de ellos los primeros seis días, después lo hace varias veces al día. La inmovilidad de las crías hace que pasen desapercibidas de los depredadores. A pesar de todo, son muchos los lebratos que mueren en la primeras semanas de vida al ser descubiertos por urracas, cornejas, cuervos zorros y otros especialistas.
La edad de madurez sexual esta en torno al año. La media de vida de la liebre ronda los ocho años, aunque en casos excepcionales pueden sobrepasar los doce.