Las guerras y su repercusión en la vida de La Aldea
Las guerras contra la invasión romana
       En un mundo permanentemente en guerra, la Aldea no se iba a librar de ellas, sufriendo con mayor o menor intensidad sus rigores. A continuación destacaremos las que supusieron un hito en su historia.
       Los celtíberos, encabezados por Numancia, la ciudad más poderosa de los arévacos, mantuvieron una dura resistencia de veinte años, entre el 153 y el 133 a.C., venciendo sucesivamente a los generales romanos,hasta que Roma finalmente, envió al más famoso, Publio Cornelio Escipión, que cercó Numancia, disponiendo siete campamentos y fuertes en los cerros próximos, uniéndolos con un sólido muro de 9 kilómetros de perímetro, defendido por delante, con un foso y una estacada de madera,y disponiendo dos fortines en el punto de encuentro de los ríos Tera y Merdancho con el Duero para controlar sus aguas.
       Después de once meses de duro asedio la ciudad cayó por inanición, en el verano del 133 a.C.,tomándose la muerte cada uno a su manera y siendo vendidos los supervivientes como esclavos. La ciudad fue arrasada y repartido su territorio entre los indígenas que habían ayudado a Escipión.
guerras Numantinas
Las guerras fronterizas durante la reconquista
       Una vez reconquistadas estas tierras y creados los modernos asentamientos (siglos IX y X), sus primeros años de vida (cerca de 1 siglo) no fueron nada cómodos. Su situación como pueblos fronterizos y a primera retaguardia les hizo sufrir las continuas incursiones musulmanas, aunque el monte sirvió como un buen escondite natural, para las familias, animales y enseres.
       Las expediciones de castigo salían de Medinaceli y por Osma, llegaban a Clunia. Aprovechando las vías romanas, los árabes tomaban la que desde Clunia llegaba al Ebro y por Canales de la Sierra. Había otro camino por el río Lobos que bien podía pasar por Hontoria del Pinar.
       Hasta tanto las fronteras no se fueron bajando hacia el sur, los habitantes de estos pueblos vivían en alerta constante y lucharon para el mantenimiento de sus nuevos asentamientos.
La guerra de la Independencia
       La Guerra de la Independencia supuso un duro golpe para la vida de estos pueblos y especialmente por su incidencia sobre su principal actividad, la carretería serrana. La ley del invasor impuso la requisa de carretas y animales y dio preferencia a las necesidades de sus ejércitos a los que debían servir los carreteros oprimidos.
       La sierra se puso en pie de guerra guiado por un cura de aldea loco por su fe y su patria ofendidas que organizó una guerrilla, de la que formaron parte hombres de La Aldea. Una de sus principales hazañas ocurrió en Hontoria del Pinar (batalla de Costalago, 1809), el cura y sus seguidores aniquilaron las tropas francesas que venían a por ellos. La acción echó por tierra los proyectos de los franceses que pensaron hasta en incendiar la masa pinariega de la sierra.
Para conocer mas puede consultar el libro "Hontoria del Pinar y sus aldeas" de José María Álvarez de Eulate.
Camino Soriano
  El cura Merino
       Jerónimo Merino siguió la carrera eclesiástica y fue ordenado sacerdote, pasando a ser párroco de su pueblo natal, Villoviado. En la invasión francesa de 1808 fue maltratado y apresado por las tropas de Napoleón, consiguiendo escapar. Desde ese momento se convirtió en uno de los más prestigiosos guerrilleros de la resistencia española, alcanzando el cargo de gobernador militar de Burgos en 1814. Sus éxitos fueron premiados por el recién llegado Fernando VII con una canonjía en Palencia, pero el cura Merino tuvo que abandonarla por enemistades con sus compañeros. El Trienio Liberal de 1820-1823 le llevó de nuevo a la guerrilla como declarado absolutista, participando en las partidas que hacían de vanguardia a los "Cien Mil Hijos de San Luis". Se hizo carlista tras el fallecimiento de Fernando VII, convirtiéndose en uno de los líderes del movimiento en Castilla y participando en los sitios de Morella y Bilbao. Se hizo fuerte en Soria, pero la paz que trajo el Convenio de Vergara de 1839 motivaría su marcha a Francia, junto al pretendiente Carlos María Isidro, falleciendo en el país vecino.
   Para conocer mas sobre la guerra de la independencia en estas región puede ver el artículo
El Levantamiento y la Guerra de la Independencia en la provincia de Burgos.
  También puede ver este documento sobre el alzamiento pionero de Burgos contra los franceses.
El 18 de Abril de 1.808.
Las guerras carlistas
       Mezcla de historia y leyenda, según la tradición oral narrada por Felipe Rupérez y recogida por D. José María Álvarez de Eulate, en su libro, Hontoria del Pinar y sus aldeas, se describe así el acontecimiento (versión resumida del citado texto):
       Los soldados gubernamentales habían ocupado La Aldea, aprovisionándose del pueblo y repartiendo en raciones la casi totalidad del ganado vacuno, sin compensaciones a sus habitantes. Las tropas carlistas estaban situadas en torno a "Las Tenadas" y alto de "Las Pasadas" (el pequeño valle dominado se conoce desde entonces como "Vallejo del Espía", traicionados, se vieron envueltos en un cerco que avanzaba por "San Cirbián (Ciprián) y "Valle de los Cabrios". Los carlistas resistieron hasta retirase por la "Peña el Gato", quedando uno herido junto a una roca, por la noche fue rescatado por su hermano y llevado a Rabanera hasta restablecerse. Desde entonces a esta roca se la conoce como "Peña del Herido."
La guerra civil
       El alzamiento militar de 1936 dejó casi toda la provincia de Burgos del lado de los sublevados, y se mantuvo así a lo largo de toda la guerra civil. Al no haber habido cambios y ademas no haber sido zona bélica, la guerra no supuso destrucción patrimonial, aunque lógicamente no se libro de las penurias y escasez de esos años, en particular de 1937, que fue un año agrícola pésimo, en que el predisco se encargo de rematar lo poco conseguido. Es curioso ver como el libro de actas de la Vera Cruz, refleja este echo "....En este año no uvo remate ni las cerradas, por ser el año misero ...."
       Otra cosa es la pérdida de vidas humanas, que si afectó a La Aldea en forma de combatientes caidos y de muertes violentas por causas políticas, fenómeno que por desgracia fué comun en ambos bandos convatientes. Siete fueron las personas fallecidas por una u otra causa. Su relación es la siguiente: (*)
Nombre
Situación
Notas
Año(**)
Honorato Manchado Aparicio
Soldado

1937
Teodoro Lucas Aparicio
Soldado

1938
León Gómez Aparicio
Soldado

1938
Cirilo Gómez Gómez
Soldado

1938
Vitoriano Sanz Sanz
Soldado
Hijo de la Perpetua (1)
(4)
Julio Sanz Sanz
Falangista
Murió en el frente de Madrid (3)
1937
Mauricio Sanz Sanz

Padre de la Vitorina (2)(3)
1937
(*) Estos datos son testimonio de Patrocinio Aparicio Chicote (nacida en 1925).
(**) El año que figura en la tabla es el de salida registrado en el libro de La Vera Cruz.
(1) Estuvo encarcelado en Burgos por motivos políticos, al salir y cuando era conducido de vuelta, junto con otros dos, fué asesinado (según testimonio de un pastor).
(2) El comienzo de la guerra le pilló en Espinosa de los Monteros, que era zona republicana.
(3) Hermano de Tiburcio.
(4) No figura en el libro.

Para saber más sobre las guerras numnatinas
       En Enero de 1809, en el Camino Soriano, no lejos de este pueblo tuvo lugar el asalto guerrillero del "El Empecinado" a un correo y escolta que se desplazaba por este camino, ruta de diligencias Burgos-Soria.