La vestimenta ("El traje regional")
I Generalidades  II Hombre  III. Mujer IV. Mantón serrano V. Calzado VI. Otros atuendos
VII. Descripción histórica VIII. Glosario IX. Trajes en La Aldea X. El peinado

3. Trajes de mujer.
Aunque es frecuente oir hablar de la sencillez y austeridad castellana, en el caso de Burgos y en lo referido al traje femenino, nada mas lejos de esa idea simplista. Los trajes son de gran calidad y vistosidad y los aderezos se han utilizado abundantemente, llegando a resultar incluso sobrecargados y barrocos, todo ello relacionado logicamente con el poder económico el dueño.

El jubón, prenda exterior puede ser de dos clases: Jubon propiamente dicho que se caracteriza por llevar mangas y el corpiño que no las lleva. Los jubones pueden ser de varios tipos, el mas usual es el cerrado al cuello, en seda, raso, algodón o terciopelo. De varios colores, desde el negro que es el mas corriente, a azules, marrones y morados. Van ajustados a la garganta. En toda la sierra se han conservado especialmente, de manera que fueron plasmados en lienzos en su momento(ver foto 3).

ademas del cerrado y del abierto, existe un tercer jubón muy utilizado, abiero y generosamente desbocado, que lleva el cuello, los puños y la cintura con otro material distinto del propio jubón, tal como se ve en los siguientes dibujos (clic para ampliar).

Cuando el jubon pierde las mangas, se denomina corpiño y en la sierra se conoce mas como "armilla". En Castrillo de la Reina y Canicosa es de color rojo y se lleva bajo él un pañuelo, generalmente amarillo, que cubre el pecho y los hombros, sobresaliendo un poco de estos. Este pañuelo se conoce con el nombre de "chino"

La falda, refajo o manteo, que de las tres formas se conoce a la prenda mas exterior de la parte inferior del vestido femenino, ya que no era la unica sino que debajo se llevaban enaguas y refajos y en muchas ocasiones como penúltima prenda una "falda barrera" provista de un reborde que reforzaba su resistencia y que permitía que al recoger la primera, mas lujosa, para no mancharla, la segunda estuviese preparada para aquellos barrizales, que fueron las calles hasta bien entrado el siglo XX.

El color mas frecuente de la falda era el rojo, pero sin descartar el verde, amarillo, marron o negro. En estas sierras la falda en vez de franjas negras (adorno mas extendido en otros lugares) llevan dibujos en negro estampados, bordados o quemados (con un corcho). La denominada "falda de carro", roja y con estampado negro, que se atribuye a esta zona, no es tal, sino que está distribuida por toda España, no es antigua sino de principios del siglo XX y eran fabricadas y distribuidas desde una fábrica catalana. Quizá el estamapado no fué sino una copia del bordado que originalmente se usaba en estas sierras. Así pues la falda de carro no es algo relacionada con la carretería como en algunos casos se lee, sino un mero producto industrial muy extendido (hoy dia, en Palencia, aun se fabrican en paño rojo).

El delantal sobre la falda evitaba que la suciedad pasase a la falda y aun siendo prenda de diario, en el traje de fiesta tambien aparece, pero ahora ricamente adornado. Concretamente en estas sierras llevaba una cinta de seda natural en forma de U, y bordeada de una cinta de raso a juego con la de seda natural, atandose por detrás con cintas abundantes, dejando un adorno en forma de lazo. En la parte superior lleva pequeños pliegues cosidos con puntos de escapulario en distintos colores. Mas al sur hacia Peñaranda el delantal se va haciendo mas barroco, disminuye el tamaño y funcionalidad y se rcarga de adornos.

Puede ver otros complementos del traje serrano, como el manton, la faltriquera , el cunacho. , el calzado.

Y por último una observación, lo que se conoce coloquialmente como "traje serrano" o "vestirse de serrano" no es forzosamente vestir como lo hacian en estas sierras, sino que se ha venido en llamar vestirse de fiesta al modo antiguo, es decir las de la ribera cuando se visten de serranas no se "calzan" los trajes de estos lares, sino los suyos propios, parecidos pero con diferencias a veces muy notables, de manera que el vocablo da lugar a equívocos.