Page 5 - Revista 2012
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Aldea del Pinar                                                               Revista Nº 5 - Ago/2012
             ses. Lo soportan siete canecillos en forma de na-  facilidad  que  tiene  la  piedra  para  recolocarse,
             cela (moldura cóncava), algunos de los cuales  pasando de una a otra construcción, claro que
             alojan en su escocia figuras humanas o grotes-   en el caso que nos ocupa la cosa era fácil por-
             cas.                                             que Clunia está a tiro de piedra (y nunca mejor
                    Al igual que el lienzo meridional, el sep-  dicho)  y  sus  piedras  han  sido  utilizadas  como
             tentrional también presenta dos arcos de rosca  fácil cantera en muchos kilómetros a su alrede-
             lisa y sección rectangular. El fuste de la colum-  dor .
             na central ha desaparecido, habiéndose conser-

                                                                                             Una vieja conocida,
                                                                                             la hexapétala.

















                                                                     El caso es que sus muros albergan pie-
                                                              zas  procedentes  de  la  vecina  ciudad  romana.
                                                              Con ellas se han formado ambas jambas de la
                                                              portada, algunos canecillos y un buen número
             vado  el  capitel,  de  supuesta  procedencia  de sillares del cerramiento. Se ven estelas fune-
             romana, tallado a base de hojas de acanto.       rarias con inscripciones de aquella época y has-
                    El alero es similar al meridional con la  ta una piedra de amolar.
             salvedad de que está sostenido por ocho caneci-
                                                llos.                Cuando  bajéis  a  Aranda,  parad  un
                                                 Pero  con  momento  el  coche  y  acercaros  con  una
                                                indepen-      máquina de fotos, merece la pena, tanto si eres
                                                dencia  de  un      amante    del   arte   románico    como
                                                todas  estas  simplemente  un  curioso.  Si  vas  a Aranda  a  la
                                                característi-  disco o a un botellón, ni se te ocurra parar, no
                                                cas  lo  que  creo que te interese, además bajarás de noche
                                                más  llama  y  no  verás  nada,  claro  que...  ¡menos  verás
                                                la     aten-  cuando subas!
             ción como ya he comentado es el hecho de con-
             tener numerosas piedras labradas de anteriores                               Víctor J. Campo
             construcciones,  y  es  una  buena  muestra,  de  la




















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